Si alguien no mueve ni un dedo por ti, mueve tú los cinco y dile adiós

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«Cuando alguien no mueve ni un dedo por ti, mueve tú los cinco y dile adiós»
Doloroso despachar gente de nuestra vida? Sí, tanto como necesario. Otra persona que sale de la mía. Aplicando la frase que tantos atracones me ha evitado «A tomar por culo!» Puerta cerrada definitivamente, yo estoy antes que nadie.
Esta es una de las decisiones que más nos cuesta tomar. Y ya no hablo de gente tóxica necesariamente, que también, sino de gente a la que nos anclamos, aún a sabiendas de que no nos aportan nada. Se pasan los meses esperando que alguien reaccione, deseando ver alguna prueba de que eres importante para él, como él lo es para ti. Pero no llega. Y, lo único que llega en su lugar, es desilusión,  decepción y sentir que te minusvaloran. Quien no te valora, no te merece.