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8 PASOS PARA COMER SIN ANSIEDAD

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Garbanzos con cebolla y bacalao.
No sé quién nos ha hecho creer que la #healthylife sólo es tomar quinoa, chia, ágave, whey y un montón de nombres más que tendría que apuntarlos para recordarlos.
Que me parece muy bien que la gente se coma esas cosas, pero que el concepto de vida saludable es «alimentación sana + ejercicio – estrés» y punto pelota.
Yo reivindico los platos de cuchara de toda la vida, la verdura con patata,  el arroz o legumbres sin grasa. Y la merienda de toda la vida. Ay la merienda… ¿Hay algo más saludable que un (buen) pan del día, con tomate y aceite de oliva y jamón, por ejemplo? No hay Thins, ni crackers, por muy lights e integrales que sean, que resulten más saludables que un pan casero o de horno de calidad.
Y es que, esa merienda de pueblo, nos la íbamos comiendo a bocados mientras pedaleábamos con la bici para llegar los primeros a la plaza.
Eso sí que era «jelzi laif». No nos proponíamos hacer ejercicio, ni había retos, porque la actividad era parte de nuestra vida.
Hace unos años fuimos a pasar el día a Alquézar con un amigo y entramos al restaurante Gervasio a reservar mesa porque el pueblo estaba lleno de gente. Encontramos a la dueña sentada en la cocina, delante de un cubo de patatas. «Buenas, queríamos reservar mesa para las 2,30» La mujer, sin levantar la vista de la patata que estaba pelando, dijo con parsimonia «Pues ya vendréis» Jajajaj ¿¿cómo??  Eso, eso es vida saludable. Esa mujer, seguramente, vivirá más años que dos de nosotras juntas, por mucho sirope de Ágave que tomemos.
Y sí,  ya sé que estamos en una espiral de la que es difícil salir, pero no me dejaréis de reconocer que, a veces, se nos va un poquito la pinza…