Clase online GRATUITA de acceso INMEDIATO

8 PASOS PARA COMER SIN ANSIEDAD

image
Y, de repente, un día te das cuenta de que era verdad. Que nadie te exigía tanto como tú misma, que ninguno te juzga con la dureza con la que sólo tú eres capaz de hacerlo, cómo nos complicamos la vida sin necesidad,  en una constante competición con nosotras mismas.
Ser feliz, tener la vida que deseas… es posible. Lo que es probable, es que no estés dispuesta a sufrir el proceso, a romper con moldes y estereotipos,  a tapar tus oídos cuando te tachen de egoísta, cuando lo único que haces es recuperarte a ti misma y devolverte una prioridad a la que nunca debiste renunciar (en el supuesto caso de que alguna vez la hayas disfrutado).
No es fácil resetear,  desaprender actitudes que llevamos usando toda la vida, patrones erróneos que nos llevan reiteradamente al error y, aún sabiéndolo, los seguimos aplicando porque no sabemos vivir de otro modo, porque nos han enseñado que es así como debemos vivir, que la vida es darlo todo y no esperar nada.
Quien no espera nada, se ha rendido de antemano. Cuales son tus sueños, qué vas a construir, si realmente no esperas nada?
Yo, en cambio, lo espero todo. Porque me gusta lo que estoy viviendo, porque estoy sentando las bases de cómo quiero que sea mi vida a partir de ahora,  porque tengo sensación de control.
¿Alguna vez habéis tenido la sensación de que todo a vuestro alrededor confabula para que algo suceda? Así me siento yo últimamente. Sé que formo parte, como nunca antes, de un plan maravilloso: el de mi vida.