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8 PASOS PARA COMER SIN ANSIEDAD

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Los padres cargamos con un extra plus de responsabilidad, tan agobiante como innecesaria. Hablo de nuestra pérdida de espacio propio y relaciones personales en pro de la agenda de nuestros hijos.
Yo no sé vosotros, pero tanto yo, como muchos de mis amigos, lo tenemos complicadísimo para quedar porque Anita tiene cumpleaños, Carlitos tiene tenis o Susanita se ha empeñado en que el sábado la lleve al parque de atracciones.
Ya os he dicho alguna vez que tuve que aprender a otorgar a mis caprichos la misma categoría que a los de mis hijos. Y eso no es ser mala madre (aunque al principio me sintiese así),  eso es enseñarles que tú también tienes vida, espacio propio y valor, y que eres algo más que su chófer, cocinera, enfermera, profesora y señora de la limpieza en un solo pack.
Todo esto viene porque yo no he podido asistir al evento contra en cáncer de mama. Desde hace dos semanas teníamos planificado para este fin de semana un viaje para comer con la única hermana que tenia mi madre, una persona muy especial para mí que no podré volver a ver hasta Navidad,  ya que estaré otra vez dos meses sin poder conducir tras la operación de este jueves. Desde hace un mes teníamos la fecha del evento contra el cáncer y yo confirmé mi asistencia, tuviese a los niños, estuviesen con su padre, o pareciese una morcilla con la camiseta corporativa de #igersaragon… Me daba igual, para mí era importante estar.
Pero viene el jueves mi hijo diciendo que el sábado tiene partido a mediodía. ¡¡Mierda!!
Así que pasamos el viaje al domingo, para que el niño jugase el sábado y yo me he quedado sin asistir a mi evento.
Pero,  eso sí, le he explicado que he renunciado por él a algo que era muy importante para mí. Por lo tanto, la próxima vez que nos veamos en la misma tesitura,  tendrá que ser él quien renuncie a su actividad para que yo disfrute de la mía. «Me parece justo, mamá» me ha dicho.
Explicarles las cosas a los niños y hablar con ellos, simplifica todo mucho. Ni tenemos necesidad, ni somos mejores padres por anteponer siempre sus actividades a las nuestras.