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8 PASOS PARA COMER SIN ANSIEDAD

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Hoy en Zaragoza Activa, hemos tenido la suerte de contar con Javier Hernández,  paralímpico zaragozano que nació sin brazos y con una pierna más larga que la otra. Un ejemplo increíble de esfuerzo y superación.
Aunque este espacio está dirigido a emprendedores, pedí que me dejasen llevar a mis hijos y me lo han permitido. Ha sido una pasada. Os dejo algunas de las frases que he ido anotando durante la charla:
Si no crees tú en ti, no va a creer nadie.
Los límites no están en lo físico sino en la mente.
Me centro en lo que tengo y no en lo que me falta.
Menos problemas y más soluciones.
Lo más difícil de mi vida no es el no tener brazos, ni mi vida es más difícil que la de otros por no tenerlos.
He crecido tratando de adaptarme al medio y no tratando de que el medio se adapte a mí.
En mi colegio solo me ayudaban cuando yo, dando mi 100% no llegaba.
Vivamos con nuestra realidad, ni contra ella, ni de ella.
Yo quería estudiar audiovisual y la nota de corte era 7’49. Yo podía entrar con sólo un 5 por tener más del 65% de discapacidad,  pero me esforcé en sacar la nota como todos, porque podía hacerlo. Y entré con 7’50.
En los paralimpicos solo se te valora por lo que puedes hacer con lo que tienes.
No podemos valorar más al que no fracasa por no intentarlo que al que lo intenta y no lo consigue.
La vida es tomar decisiones.
El día a día lo construyes con las decisiones que tomas y que no tomas.
Puedes elegir tu vida, solo tienes que atreverte. Le tenemos miedo a la muerte,  pero le tenemos más miedo a vivir.
A mi me decían que no intentase algunas cosas, porque eran casi imposible y ahí estaban ellos para ayudarme.
Pero hay que intentarlo para saber de lo que eres capaz y cada uno de tus fracasos son parte de tu éxito.
Y aunque no lo consigas, es mejor saber que no puedes, que la duda.
Cada debilidad es una ocasión para alcanzar una fortaleza. El camino no admite atajos.
Si eres capaz, te tienen que exigir.
Intenta llegar a tu máximo y haz tu máximo por llegar. Pon metas altas y crecerás.
Todo parece imposible hasta que se consigue.
La frase que más repite la ge te antes de morir es «por que no habré sido más valiente? Ojalá me hubiese atrevido más »
No importa la cantidad de años que vivas, sino lo que vivas en esos años.
Le dedicamos más tiempo al problema que a la solución.