Decir que no… Aunque duela.
Qué palabra tan cortita y cuánto nos cuesta pronunciarla... Esta fue una de las primeras lecciones que tuve que poner en práctica para recuperarme de mi TAC. Ya hacía un tiempo que lo aplicaba, pero os aseguro que no empecé a hacerlo hasta pasados los 42 años. Tratar de complacer a todo el mundo es el mejor camino para ser [...]