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8 PASOS PARA COMER SIN ANSIEDAD

A las que seguís varios canales en Youtube, puede pareceros una cifra ridícula, ya que veo canales con miles de seguidores. Pero os aseguro que para mí es más de lo que podía esperar. Cuando estaba dudando si abrir el canal o llevar sólo el blog y la página en FB, me preguntaba si a alguien le interesaría ver a una adicta a la comida contando sus penurias en un video, si habría en mis conversaciones algo que llamase la atención para alguien entre los millones de videos que se suben diariamente a Youtube (¿Sabíais que cada segundo se sube una hora de video a Youtube?) y si tendría sentido hablar durante 20 minutos delante de una webcam para que, posiblemente, nadie lo viese jamás.
Pues parece ser que sí. En un mes, mi canal acumula 4.167 reproducciones y a 204 personas les ha parecido una temática lo suficientemente interesante como para que se les avise cada vez que suba un nuevo video. Teniendo en cuenta que mis mensajes van dirigidos a un segmento muy concreto y reducido de la población, me parece grandioso. Y no porque lo tome como un mérito personal, sino porque me fascina el alcance que se puede tener gracias a las redes sociales y me hace feliz poder compartir esto con tantas personas afectadas por el mismo trastorno aimenticio.
He de reconocer que soy la primera sorprendida. Yo prefiero leer en una web o blog, antes que ver un video. Quizá porque mi ordenador es muy viejo y los videos tardan bastante en cargar y suelen entrecortarse, lo que hace que a menudo desista de verlos antes de llegar a la mitad. Pero enseguida vi en las estadísticas que videos con parecido contenido que entradas en la web tenían mucha más difusión. Por ejemplo, mi video «Me llamo Yolanda y soy comedora compulsiva» tiene 10 veces más reproducciones que lecturas mi página «Yo soy» en la que cuento casi lo mismo.
Vuestros comentarios me hacen creer que el éxito de los videos no es la pereza por leer, sino la capacidad de transmitir. «Viéndote parece todo tan fácil» , «Transmites muchísima energía» , «tienes luz», «te veo y me siento reflejada», «te siento super cercana», «es como si charlases conmigo», «me has enganchado porque te diriges directamente a nosotras», «te veo y siento la necesidad de escribirte, no sé por qué»… todo esto son cosas que me decís y a mí me emociona pensar que de verdad puedo compartir todo lo que siento y todas mis vivencias con respecto a mi adicción a la comida.
En mi primer vídeo dije que si podía llegar a una sola persona comedora compulsiva, ya habría merecido la pena dar la cara. Un mes después me seguís más de 200. Vosotras sois el motor de esta iniciativa. Simplemente, GRACIAS.
Canal de Youtube de Vivir para Comer