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8 PASOS PARA COMER SIN ANSIEDAD

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Quién nos vendió esta mierda de ser superwoman y poder con todo y no necesitar a nadie? De dónde viene esta hiper exigencia? En qué momento del camino nos perdimos a nosotras mismas?
Yo me siento frágil, que no débil. Y estoy agotada de hacerme la fuerte.
Quiero que me abracen como a un niño, que alguien se ocupe de mí, que mis necesidades también estén cubiertas.
Quiero que se me reconozca el derecho a flaquear y, por qué no?, a rendirme.
No quiero más metas, más listones, más retos.
Quiero descansar, dormir, soñar… y que alguien me mire destilando ternura con su sonrisa mientras lo hago.
Quiero vivir un día entero sin preocuparme por el mañana.
Quiero que me miren a los ojos y que sólo aparten la mirada para juguetear con mi pelo mientras yo cuento cómo me ha ido el día.
Quiero ser parte de la vida de alguien que quiera ser parte de la mía.
Quiero saltar en los charcos sin preocuparme de las manchas en mi ropa.
Quiero que alguien me prepare el café algún día y queme unas tostadas para mí, que ya me ocuparé yo de rascar la carbonilla con disimulo y me sabrán más dulces que la mermelada.
Quiero saber y sentir que la vida de alguien es mejor porque yo estoy en ella.
Quiero dejar de ser madre un tiempo, para ser solo hija.
Quiero que alguien me abrigue con una chaqueta cuando empieza a refrescar.
Quiero veinticuatro horas sin pensar en qué hacer para no comer.
Quiero oír de vez en cuando un «Tranquila, descansa, que yo me encargo».
Que cuando llegue una tormenta de verano, solo piense en contar los segundos entre relámpago y trueno, y no en ir corriendo a destender la colada.
Quiero recuperar algo que siento que nunca tuve o que quizá se me fue demasiado pronto.
Anda, abrázame fuerte hasta que me duerma.