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8 PASOS PARA COMER SIN ANSIEDAD

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A veces hay que detener la vida. Como cuando hacemos una pausa con una taza de té caliente entre las manos, cuando apagamos esa música que nos aturde, o como cuando cogemos una bocanada de aire al salir a la calle.
Detener la vida, antes de que ella nos detenga a nosotros, y mirarnos por dentro, y decidir quién queremos ser y dónde queremos ir. No hay que preguntarse por qué ya no estamos allí, a no ser que nos sirva para encontrar la dirección correcta. No hay que lamentarse de no haber alcanzado nuestras metas. Solo hay que pensar en el ahora, en este preciso momento y elegir tu rumbo, el nuevo, el definitivo, el que dará sentido a tu vida y te hará entender por qué estás en ella. Porque si no eres quien eliges ser, ni haces lo que quieres hacer, ni estás donde sientes que debes estar… te estás perdiendo tu propia vida.
Foto 2/5 de mi reto en bl/ng, retada por @jmorenomoya.