Clase online GRATUITA de acceso INMEDIATO

8 PASOS PARA COMER SIN ANSIEDAD

Hola, llevaba mucho tiempo sin escribir y lo hago hoy para contarte que tengo una enfermedad rara, llamada Síndrome Antifosfolípido y voy a cambiar radicalmente mi alimentación con una dieta que se llama Protocolo Autoinmune. ¡Te lo cuento todo porque ahora han encontrado la explicación a mis abortos de hace 15 años!

Hola, soy Yolanda Cambra y abrí este blog en 2013 para hablaros del trastorno por atracón, un trastorno de la conducta alimentaria del que apenas había información en español y fui la primera persona en España en reconocer que lo padecía, mostrando mi imagen. Ya que todas las entrevistas que había eran con las caras pixeladas o de espaldas. 5 años más tarde, hay miles de artículos y vídeos sobre este problema. ¡Misión cumplida!
Como ya sabes, llevo más de 3 años recuperada, me formé como coach y desde 2015 acompaño a personas con el mismo problema en yolandacambra.com

Mis enfermedades autoinmunes

Recientemente, me han diagnosticado 2 enfermedades raras: Síndrome antifosfolípido y síndrome seco. Y te cuento muy rápido en qué consisten:

El Síndrome Antifosfolípido

El síndrome Antifosfolipídico, conocido médicamente como el síndrome antifosfolípido, SAF o síndrome de Hughes, es una enfermedad autoinmune que hace que nuestra sangre coagule demasiado rápido, tanto en venas como en arterias.

Cuando sólo aparece esta enfermedad se le llama Síndrome Antifosfolipídico primario, y si va asociada a otras enfermedades, como el Lupus, Síndrome seco (como es mi caso), etc. se le llama Síndrome Antifosfolipídico secundario.

El SAF produce trombosis (Ictus, trombos en todo el cuerpo), graves problemas durante el embarazo ocasionando abortos espontáneos (en cualquier etapa del mismo, las madres llegan a perder múltiples bebés antes de ser diagnosticadas, como fue mi caso)

También al padecer trombosis se generan parálisis en cara, brazos o piernas, sensación de hormigueo e hinchazón en extremidades, y fuertes y recurrentes dolores de cabeza, entre otras manifestaciones.
También puede cursar con Disfunción cognitiva, cansancio extremo, mareos, vértigos, dificultad para encontrar palabras comunes, para mantener concentración y un largo etcétera. generando discapacidades, muy difíciles de ser reconocidas.

sindrome-antifosfolipido-protocolo-autoinmune

¿Por qué es una enfermedad rara?

Existe un componente hereditario a padecerlo y hay varios factores desencadenantes.
Aparece en 7 mujeres por cada 2 hombres y debuta entre los 20 y 50 años.
¿Qué ocurre?
Que se diagnostican unos 5 nuevos casos cada 100.000 habitantes, pero los expertos estiman que la prevalencia ronda los 40/50 afectados por cada 100,000 habitantes, NO diagnosticados ni tratados.
Por lo que, en nuestro país, serían más de 18.000 las personas afectadas por la enfermedad, que no tienen conciencia de padecer S.A.F.

Y he querido publicar este artículo hoy, 9 de junio, porque se celebra el Día Mundial del SAF y es mi forma de ayudar a darle visibilidad.
Si quieres saber más, te animo a que visites la web de la asociación española de SAF antifosfolipido.es

Y Si eres una persona afectada te animo a que te asocies. La cuota anual es muy pequeña y es el único modo de hacernos visibles.

Síndrome seco o de Sjörgen

En mi caso, al SAF se une el Síndrome Seco. También conocido como Síndrome de Sjögren. Es un trastorno autoinmunitario en el cual se deterioran las glándulas excretoras, como las que producen las lágrimas y la saliva, lo que causa sequedad en los ojos y en la boca. Este trastorno puede afectar a otras partes del cuerpo, incluso los riñones y los pulmones.

9 de cada 10 afectados son mujeres y suele aparecer sobre los 40 o 50 años, lo que hace que pase desapercibida por confundir los síntomas con los de la menopausia.

sindrome-antifosfolipido-protocolo-autoinmune

Síntomas dispares responden a una sola enfermedad: SAF

Bueno, pues estas dos enfermedades están calificadas como raras por Feder, la federación española de enfermedades raras. Y encontrar este diagnóstico ha sido encajar el puzle de síntomas que presento durante años y que no entendía, o ya había tomado como algo normal, o incluso atribuía a otras causas. Como los abortos de repetición, la boca y ojos secos, la fatiga, la pérdida de memoria, la velocidad en sangre de mis analíticas, las manchitas blancas que hay en mi cerebro y creen que son secuela de un ictus…

En las enfermedades autoinmunes, el sistema inmunitario ataca las células sanas de su cuerpo por error. No se conocen las causas y tienden a ser hereditarias. Conseguir un diagnóstico puede resultar frustrante y a veces cuesta más de 10 años. En muchos casos, los primeros síntomas pueden ser fatiga, dolores musculares, fiebre baja o inflamación.

El Protocolo Autoinmune Paleo PAIP o PAI

De lo que he tomado conciencia al entrar a la asociación de SAF España es que hay personas con calidad de vida mucho peor que la mía, así que, me siento afortunada.
Me han puesto medicación, pero hay personas que toman varios medicamentos y mucho más fuertes que el mío. Así que me pregunté qué podía hacer yo para estar mejor. Y miembros de SAF España me hablaron del Protocolo autoinmune (PAI o IAP según si lo ves escrito en español o inglés) Y esto es lo que voy a tratar de implementar.

Lo primero que me encuentro es que el 99% de la información está en inglés.
Y casi todo lo que encuentro no tiene rigor médico, sino que son webs pro Paleo. Ya que la alimentación del PAI es tipo Paleo, pero más restrictivo. Este enfoque no me da ninguna confianza. Hasta que una seguidora me escribe para hablarme de la web episalud.com
Aquí sí que encuentro un enfoque integral y centrado en la mejora física y mental de las personas que sufren enfermedades autoinmunes.

No sólo habla de dieta, sino de gestión del estrés, de cuidar el descanso y el sueño, de mejorar tus relaciones sociales y tu calidad de vida en general. Vaya, lo que llevo aplicando 3 años y enseñando a mis alumnas y clientas.
Me puse muy contenta al ver que lo “único” que debía cambiar era mi alimentación y lo entrecomillo porque ahora verás que va a resultar un esfuerzo titánico.
El PAI también habla de reducir tóxicos en el hogar, como suavizantes o detergentes, y en el cuidado y la higiene corporal.

sindrome-antifosfolipido-protocolo-autoinmune

¿Cuál es el plan con el PAI?

Llevo más de 3 años recuperada de mi trastorno alimentario y en este tiempo no he hecho dieta. Y, si te soy sincera, he de decirte que no me he atrevido. Me siento tan bien sin compulsión después de toda la vida en la vorágine de dietas y atracones, que no he querido ni intentarlo. Pero ahora, lo primero es mi salud y asumo la responsabilidad de hacer lo que esté en mi mano.
La idea inicial es seguirlo por 30 días. Si veo que aparece de nuevo la compulsión, trataré de incorporarla de forma gradual.

Lo primero que quiero aclarar es que el Protocolo Autoinmune Paleo no es una dieta para bajar de peso. Citando a Alice, autora de Episalud: “Si tienes una patología autoinmune, ¡el PAI está hecho para ti! Si simplemente quieres mejorar tu salud, puedes optar por otras dietas”

Nada de lo que explique en aquí sustituye la opinión de un profesional de la salud y me limito a compartir mi experiencia e información que he encontrado en internet. Así que, ante cualquier duda, consulta con tu médico.
Además, estas pautas estarían contraindicadas para alguien que está medicado con anticoagulantes como Sintrom u otros. Yo sólo tomo Adiro, que es un antiagregante plaquetario. Así que no tomes ninguna decisión sin consultar antes a tu médico.

¿Cómo voy a aplicarlo?

El PAI es un cambio de vida total y puedes hacerlo de forma gradual, o de golpe. Yo he elegido hacerlo de golpe por dos razones:
1) Que, si lo hago por fases y por ejemplo quito los lácteos, pero aún tomo legumbre y huevos y salgo una noche a cenar y me apetece una copita de vino, pensaré “Bah, tampoco lo estoy haciendo al 100%, no pasa nada”. Mientras que, si hago un cambio integral, me será más fácil evitar tentaciones.
2) Lo que busco es encontrarme mejor físicamente: evitar dolor y fatiga y, a ser posible, los hormigueos que tengo últimamente en la cabeza. Así que lo quiero aplicar bien durante 30 días, para saber si realmente es eficaz. Si no lo hago bien, ¿cómo sabré si funciona?

sindrome-antifosfolipido-protocolo-autoinmune

En qué consiste la Dieta del Protocolo Autoinmune Paleo

La parte nutricional del protocolo autoinmune se resume muy rápido, ya que se trata de evitar cualquier alimento que pueda ser inflamatorio o dañar el sistema inmunitario. Voy a explicarte lo que Sí se puede comer, que acabaremos antes.

La base de la alimentación en el PAI es: verduras frescas, proteínas animales de calidad, grasas saludables y agua.
Se puede comer verdura (hasta 1 kg al día), pescado, marisco y carne de calidad y un poco de fruta (1 o 2 piezas al día). También se toman grasas animales y vegetales como aceite de oliva o de coco, aceitunas, aguacate y coco. Cúrcuma y jengibre.

Se retiran azúcar y derivados, carbohidratos compuestos (cereales, pan, patatas, pasta, arroz), huevos, legumbres, soja, nueces y semillas frutos secos, todos los lácteos, alcohol, café, alimentos procesados. Se eliminan las solanáceas (tomate, patata, pimiento, berenjena). Se trata de tomar sólo alimentos naturales y de alta densidad nutricional.

Lo que más me va a costar del PAIP

Uno de los momentos más difíciles puede ser el desayuno, que yo siempre he hecho dulce y tenemos culturalmente asociado a leche, cereales y alimentos que ahora no tomaré. En el PAI se come verduras, proteína y grasa en las tres comidas del día. Así que toca cambiar la mentalidad.

Una vez más, citando a Alice de Episalud: Es muy importante saber que el AIP no es una dieta de adelgazamiento. No tenemos que reducir la cantidad de calorías que ingerimos. Queremos optimizar la densidad nutricional para disponer de todas las vitaminas y minerales necesarios a un buen funcionamiento del cuerpo y la mente.
Intentamos respetar una proporción aproximada de 75% de verduras / 25% de proteína, grasa, almidón y fruta en cada comida.
Aconsejan estar con esta fase no menos de 60 días y luego comenzar a reintroducir alimentos de uno en uno, para ver cómo los tolera el cuerpo.

sindrome-antifosfolipido-protocolo-autoinmune

Lo que ya me ha gustado del plan

Me llamó mucho la atención cuando vi la lista de alimentos permitidos y prohibidos. Vi que no me daba ninguna pena quitarme los dulces. Los hidratos regular porque los asocio a mi ausencia de compulsión. Pero lo que me hizo polvo fue pensar en quitar lácteos, huevos, tomate y legumbres. Me hizo reflexionar y pensar que mi alimentación y mentalidad es bastante adecuada. Otra cosa es que me exceda con cantidades y caprichos.
Pensaba en mis ensaladas de verano: ensalada con legumbre, ensalada con pasta, ensalada con huevo cocido y atún… O en mis ensaladas de Cherries, nueces y taquitos de queso. Se acabó.

Otra cosa que me ha gustado es que, antes, cuando me iba a poner a dieta, los días previos aprovechaba a comer todo lo que luego iba a estar prohibido, como si se fuese a acabar el mundo. Esta vez no. De hecho, la hubiese empezado ya, de no haber sido porque el día 9 estaba muy cerca y me hacía ilusión empezarla hoy por ser el día mundial del SAF.
En algunas decisiones de estos días, ya he optado por elegir lo más PAI, lo más adecuado para mi salud, aunque he seguido comiendo de todo.
El vino que tomo cuando salgo o en alguna ocasión especial y el café, también los voy a extrañar. Sobre todo, porque los tengo asociados a momentos de placer: el vino con el ocio fuera de casa y comida rica y especial. El café con mis velas y mi portátil en jornadas de trabajo. Este lo cambiaré por el té. El vino por agua, supongo.

Mi salud lo merece

Pero la salud es lo primero y quiero intentar este Protocolo y ver si funciona. La verdad, no sé si seré capaz. Pero quiero intentarlo y además, seguro que aprendo por el camino.
Por ejemplo, cuando me preparé para correr la San Silvestre. Al final mi traumatólogo no me dejó correr porque no tenía soldadas las fracturas de las operaciones de pies, pero entrené durante semanas y llegué a correr los 5 kms en asfalto.
Recuerdo que muchas me preguntabais de dónde sacaba motivación. Yo os respondía que me hacía mucha ilusión correr esa carrera. Si fuese por adelgazar, me hubiese bajado de la cinta al segundo día.
Porque correr en la cinta durante una hora era muy exigente para mí, tanto a nivel físico como mental. Cada segundo y digo bien cada segundo, tenía tentaciones de parar la cinta y bajarme. Pero también recuerdo momentos de llorar de emoción al ver cómo me superaba cada día. Y esa sensación es única. Como te digo, no llegué a correr la San Silvestre ¿Fue un fracaso? Para nada. Me demostré a mí misma que podía hacerlo, me sentí fuerte y poderosa. Y esa sensación es el mejor premio.

Cuando lleve una semana, te iré contando como voy. Mientras tanto, te invito a seguirme en redes sociales, donde te iré contando más de seguido.