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8 PASOS PARA COMER SIN ANSIEDAD

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A ver, bombones, que por vuestros comentarios creo que estoy transmitiendo una idea de cómo estoy que no es la real.
Sí que he engordado mucho, muchísimo, lo notéis en las fotos o no. 17 kilos desde junio, ahora estoy en 87. Mi peso máximo desde hace mucho tiempo.
No me corto las venas pero, evidentemente,  no me agrada. No me vale nada de ropa y he tenido que comprarme. No quepo ni en lo más grande que tengo en mi armario.
Pero mirad, lo tomo como un daño colateral de este horrible verano. Me siento como un marinero que arriba a la costa después de un naufragio. No puedo llegar con las ropas y el equipaje intacto. Llego con heridas y el cuerpo maltrecho, pero mi esencia más intacta que nunca. No me sentía tan «yo» desde que hace más de cuatro años salí de lo que había sido mi hogar, con mis hijos en una mano y la maleta en otra.
Estoy gorda y no tengo trabajo, pero tengo tiempo, proyectos e ilusión. Y sobre eso puedo construir mi vida, la que yo elija, la que decida tener. Tengo mi vida en el aire en este momento, pero la base y la determinación de comenzar a vivir de verdad. Demasiados años postergando necesidades, deseos y vocación. No puedo estar mal, mis niñas, porque estoy al principio de todo. Ahora sí. Os quiero!